Santos Mercedarios

San Ramón Nonato

Ramón, conocido universalmente, por su nacimiento atípico, como Nonato o no nacido, es el personaje mercedario santo que más popularidad ha logrado entre los fieles cristianos, en los lugares en los que se implantó la Orden de la Merced.

Según la tradición mercedaria san Ramón nació en el pueblo de Portell, situado en la comarca de Cataluña, provincia de Lérida (España), en el siglo XIII. Y le pusieron el sobrenombre de nonato o no nacido, por haber salido a la luz del mundo por la incisión urgente en el vientre de la madre muerta que le practicara el vizconde de Cardona. 

Es patrono de las embarazadas y las mujeres que esperan concebir un hijo.

Fiesta Litúrgica: 31 de agosto

En su adolescencia y juventud primera se dedicó al pastoreo de un rebaño de ovejas por los contornos de la ermita románica dedicada a san Nicolás, en la que se veneraba una imagen de la Virgen María. Allí nació su devoción a la Santa Madre de Jesús.

Muy joven ingresó a la Orden de la Merced. El padre Francisco Zumel narra que este joven Ramón fue «alumno del vigilantísimo primer fraile y Maestre de la Orden, Pedro Nolasco». Fue, por tanto, redentor de cautivos en tierra de moros. En una redención que realizó en Argel, debió quedar por rehén. Fue entonces cuando padeció el tormento de ver cerrados sus labios con un candado de hierro para impedirle dirigir palabras de consuelo a los cautivos cristianos y predicar la buena nueva liberadora del Evangelio. 

Rescatado por sus hermanos mercedarios, el papa Gregorio IX lo nombró Cardenal de la Iglesia con el título de san Eustaquio. Cuando iba ya de viaje a Roma, convocado por el Sumo Pontífice, le alcanzó la muerte mientras una procesión celestial le dio la comunión, en el castillo de Cardona en 1240. 

 

ORACIÓN A SAN RAMÓN NONATO

Patrono de las embarazadas y de las mujeres que esperan concebir un hijo

 

Dios todopoderoso,

cuyo Hijo quiso nacer de la Virgen María,

por la obra del Espíritu Santo,

para librar a los hombre de la muerte

y otorgarles el don de la nueva vida;

atiende los deseos de ésta hija tuya,

que te suplica por el hijo que espera;

concédele tu abundante bendición

y bendice también el fruto de su vientre;

y, por intercesión de San Ramón Nonato,

abogado y protector suyo,

haz que tenga un parto feliz,

para que la madre que da la vida y

el hijo que la recibe te alaben juntamente

y proclamen tu bondad.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 

AMÉN

San Serapio

Contemporáneo de San Pedro Nolasco, Serapio fue un militar irlandés, que en apoyo del ejército cristiano luchaba contra los musulmanes en España.  Al conocer la misión de Nolasco y sus frailes, que se dedicaban a la defensa de la fe pero liberando a los cautivos, pidió y recibió el hábito mercedario en 1222. 

En una de sus misiones redentoras quedó como rehén en Argel por algunos cautivos en peligro. Al no llegar a tiempo el dinero para su rescate, los moros dieron cruenta muerte a Serapio el 14 de Noviembre de 1240. 

Es un mártir mercedario.

Fiesta Litúrgica: 14 de noviembre

De origen irlandés, nació hacia el año 1179. Fue militar enrolado en el ejército de su rey Ricardo Corazón de León, y luego en la compañía de Leopoldo VI, duque de Austria. Se alineó en su escuadrón para ir a España en apoyo del ejército cristiano de Alfonso VIII, que luchaba contra los musulmanes. 

En la Península, Serapio decidió quedarse al servicio del rey de Castilla, para proseguir luchando en defensa de la fe católica. Allí tuvo la ocasión de conocer a fray Pedro Nolasco y a sus frailes, que se dedicaban a la defensa de la fe, pero no guerreando contra moros, sino sacando de su poder a los cristianos cautivos, empeñando en la empresa sus propias vidas.

Pidió y recibió el hábito mercedario en 1222. Realizó varias redenciones. En la última, que llevó a cabo en Argel con su compañero redentor fray Berenguer de Bañeres, debió quedarse como rehén por algunos cautivos en peligro. El otro redentor viajó rápidamente a Barcelona para buscar el dinero. Fray Pedro Nolasco, que estaba por casualidad en Montpellier, escribió una carta urgente a su lugarteniente fray Guillermo de Bas: “que avisase a todos los conventos que recogiesen limosnas y las enviasen pronto a Argel”. 

No llegó en el tiempo estipulado el dinero del rescate y los moros, defraudados, dieron atroz muerte a Serapio clavándolo en una cruz en forma de aspa, como la de san Andrés, y desmembrándolo ferozmente el 14 de noviembre de 1240. 

En él, como en tantos otros modelos de santidad de nuestra familia religiosa experimentamos en profundidad el cuarto voto de los miembros de la Orden: dar la vida por la libertad de los cautivos. 

 

Oración a San Serapio

Mártir mercedario – Patrono de los enfermos y afligidos

 

Glorioso mártir San Serapio,

ejemplo de fe en Cristo Redentor

y de Amor a los cristianos cautivos

por cuya causa fuiste crucificado en una cruz,

te pedimos, ruegues a Él

para que los cristianos vivamos conscientes

del compromiso con nuestra fe.

Tú que demostraste con tu muerte

que no hay mayor amor dar la vida

por el hermano;

te pedimos que los méritos de tu vida sean

una fuente de consuelo y esperanza,

para los enfermos del Cuerpo y del Alma

que desean verse libres de sus males.

Por Cristo Nuestro Señor.

 

AMÉN

San Pedro Pascual

Hijo de fervorosos mozárabes, nació en Valencia en el año 1227. Pedro Nolasco y sus frailes conocían a la familia del joven Pedro Pascual y se hospedaban en su casa, próxima al Portal de Valldigna, cuando iban a redimir. 

Ingresó a la Orden de la Merced en el año 1250. El Papa Bonifacio lo nombró obispo de Jaén en 1296.

En una ocasión, mientras desarrollaba una visita pastoral en su diócesis fue asaltado y llevado cautivo a Granada por los moros. 

Estando en la cárcel escribió varios libros de apologética y espiritualidad que representan hoy un gran legado para la Orden.  Sus hermanos redentores le enviaron varias veces el precio de su rescate, pero él prefirió que otros cautivos recobraran la libertad en su lugar. 

El 6 de diciembre de 1300 fue decapitado en la celda cuando aún vestía los ornamentos con los que había celebrado la misa. Es el Patrono de los estudiantes mercedarios.

Fiesta Litúrgica: 6 de diciembre

Pedro Pascual inició la carrera eclesiástica en su ciudad natal y perfeccionó sus estudios en la Universidad de París. Vuelto a Valencia fue distinguido con la dignidad de Canónigo de la Iglesia Catedral.


Pronto abandonó el empleo e ingresó a la Orden de la Merced, recibiendo el hábito en la catedral de Valencia de manos de fray Arnaldo de Carcasonne en el año 1250. En 1296 viajó a Roma y el papa Bonifacio VIII lo nombró obispo de Jaén. Fue consagrado por el Cardenal Acquasparta, en la capilla de san Bartolomé de la isla Tiberina, el 20 de febrero de 1296. Realizando, luego, la visita pastoral a su diócesis de Jaén, fue asaltado y llevado cautivo a Granada por los moros de ese reino. 

En la cárcel escribió, en lengua lemosina: “Disputa del obispo de Jaén contra los judíos” e “Impugnación de la secta de Mahoma”, dos interesantísimas obras de contenido apologético, para suministrar argumentos a los cristianos cautivos contra las prédicas proselitistas de judíos y musulmanes. También escribió: “Libro de Gamaliel” que trata de la pasión y muerte de Cristo, “Destrucción de Jerusalén”, Tratado contra el fatalismo musulmán, “Glosa del Padre Nuestro” y “Glosa de los diez mandamientos”.

A este sabio doctor mercedario le cabe el honor de haber defendido públicamente en París y en su escrito “Vida de Lázaro”, la Inmaculada Concepción de la Virgen María antes que ningún teólogo de occidente, en 1295. Sus hermanos redentores le enviaron varias veces el precio de su rescate, pero él prefirió que otros cautivos recobraran la libertad en su lugar. 

Los cincuenta años que vistió el hábito blanco habían dejado en su alma la impronta mercedaria. El 6 de diciembre de 1300 fue decapitado en la mazmorra, revestido todavía con los ornamentos que había empleado para celebrar la misa. Su cuerpo fue sepultado en el mismo lugar donde estaba la prisión, donde murió. Los cristianos le pusieron Cerro de los Mártires. Sus escritos constituyen un valioso legado de la Orden de la Merced. Algunos escritores mercedarios, como Manuel Mariano Ribera, 1720; Juan Interián de Ayala, 1721 y Pedro Armengol Valenzuela, 1901; han defendido el estado religioso y la profesión mercedaria de este ilustre obispo de Jaén. Recogieron y publicaron sus obras los historiadores fray Bartolomé de Anento, 1676 y fray Pedro A. Valenzuela, 1905-1908. 

 

ORACIÓN A SAN PEDRO PASCUAL

Patrono de los estudiantes mercedarios 

Oh Señor, que en San Pedro Pascual, 
ferviente propugnador de la Inmaculada 
Concepción de María, 
diste a los cautivos cristianos 
un maestro y defensor heroico de la fe; 
concédenos que, arraigados en Tu palabra 
nos demostremos verdaderos hijos de María 
y vivamos siempre la fe 
que florece en obras de caridad.

Amén

Santa María Cervellón

Es la primera religiosa mercedaria, y nació  en Barcelona, el 1 de Diciembre de 1230. Inspirada por los frailes redentores en torno a Pedro Nolasco, se convirtió en el consuelo de los pobres, afligidos y enfermos en el Hospital de Santa Eulalia. 

En 1265 pidió el hábito de la Orden de la Merced y emitió su profesión como hermana, prometiendo trabajar por la redención de los cautivos. 

El sobrenombre de Socós o Socorro, con que también se la conoce, se debe a que sor María, en vida y después de muerta, fue vista, más de una vez, acudir, sobre las alas del viento, en socorro de las naves de la redención combatidas por el mar embravecido. 

Murió el 19 de septiembre de 1290, y es invocada como Patrona de los Navegantes. 

Fiesta Litúrgica: 19 de septiembre

La primera religiosa mercedaria, nació en Barcelona, en la calle de Moncada, el 1 de diciembre de 1230. 

La joven María, inmersa en el clima de caridad creado en su ciudad natal por los frailes redentores de cautivos, se sintió atraída por el empeño liberador y se convirtió en el consuelo de los pobres, de los enfermos y de los cautivos, en el Hospital de Santa Eulalia. Allí conoció a los primeros frailes de la Orden Mercedaria agrupados en torno a fray Pedro Nolasco.

Pidió, decidida, el hábito blanco de la Merced, y el 25 de mayo de 1265, emitió su profesión religiosa como hermana de la Orden de la Merced, prometiendo trabajar por la redención de cautivos. Con ella formaron comunidad las jóvenes sor Eulalia Pinós, sor Isabel Berti y sor María de Requesens, a las que muy pronto se agregó sor Colagia. 

Murió el 19 de septiembre de 1290. Sus restos mortales fueron sepultados en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy Basílica de la Merced. En un altar, el primero de la derecha, reposa su cuerpo, que se conserva incorrupto. Desde el siglo XIII fue tenida como santa. Ha sido invocada como patrona de los navegantes y tiene su templo parroquial en la Barceloneta, puerto de la ciudad Condal.

 

ORACIÓN A SANTA MARÍA DE CERVELLÓN

Patrona de los Navegantes

Oh Señor, que adornaste a Santa María de Cervellón
con el don celestial del amor y de la pureza;
concédenos, imitarla en el ardor de su caridad 
y llegar hasta ti con un corazón limpio y humilde.


Tú que otorgaste a María de Cervellón
el dominio sobre los mares enfurecidos, 
concédenos que por su intercesión y méritos, 
nos veamos libres de este mar agitado del mundo, 
a fin de que, imitando su angélico candor 
con vida santa y cristiana, 
lleguemos tranquilos al puerto de la salvación eterna.

AMÉN

San Pedro Armengol

Pedro Armengol es un mártir mercedario que nació en Tarragona a mediados del siglo XIII. Cuando joven, transitó los caminos de la violencia y el error, malas compañías y delincuencia. 

En una oportunidad se encontró espada en mano frente a frente con su propio padre Arnaldo, que era parte de las fuerzas enviadas por Jaime I para erradicar a los maleantes. Allí Pedro depuso las armas, pidió perdón y decidió cambiar de vida. 

Ingresó a la Orden de La Merced y participó en campañas redentoras. En el año 1266 se quedó de rehén por algunos cautivos en Bugía, y al no llegar a tiempo el dinero para su rescate, fue colgado en una horca. Al día siguiente llegó Fray Guillermo de Firenze con el dinero pactado para  su liberación, y lo encontró vivo. Por providencial protección de la Virgen María se salvó del ahorcamiento, aunque vivió con el cuello torcido, como secuela de este martirio, durante casi cuarenta años más en el convento de Santa María del Prats. Murió en el año 1304.

Por su historia de vida, San Pedro Armengol es el Patrono de los jóvenes en peligro.

Fiesta Litúrgica: 27 de abril

Pedro Armengol, vino al mundo en la Guardia del Prats (Tarragona), a mediados del siglo XIII. Transcurridas la niñez y la adolescencia con su familia y apenas traspasado el umbral de la juventud, Pedro Armengol se vio arrastrado por las malas compañías al precipicio de la vida deshonesta y criminal del bandolero.


En un encuentro con gente de armas enviada por Jaime I a limpiar de maleantes la zona por donde debía transitar la comitiva real, Pedro Armengol se encontró, espada en mano frente a frente con su propio padre Arnaldo. La providencial circunstancia hizo que Pedro depusiera las armas ante su progenitor, le pidiera perdón y decidiera, con férrea voluntad, cambiar de vida. 

El prestigio del padre libró al hijo del castigo merecido y Pedro Armengol pidió a los frailes de la Merced para que lo recibieran en la Orden, pues quería dedicar el resto de su vida a la obra de misericordia de la redención de cautivos. Recibido en la Merced, pudo ir dos veces a tierra de moros a desempeñar el ministerio de la redención. En el segundo viaje, en Bugía, el año 1266, se quedó de rehén por algunos cautivos. Mas no llegando a tiempo el dinero del rescate por el que se había quedado en prenda, fue colgado de una horca, en la que por singular protección de María se mantuvo indemne.

Fray Guillermo de Firenze cuando llegó lo encontró vivo, al día siguiente del ahorcamiento con el dinero pactado. Como secuela de su martirio Pedro Armengol quedó con el cuello torcido para el resto de su vida. De regreso a España vivió durante casi cuarenta años retirado en el convento de Santa María del Prats, donde murió santamente el año 1304.

 

ORACIÓN A SAN PEDRO ARMENGOL

Patrono de los jóvenes en peligro

Señor Jesús, que permitiste que Pedro Armengol 
se encontrara a sí mismo y encontrara su propia libertad y dignidad, 
aún después de haber recorrido caminos de error y violencia, 
de orgullo y dolor, protege a los jóvenes que se encuentran en peligro.

Que puedan descubrir, como Pedro Armengol, 
que los llamas, por Tu amor, a liberarse y a ser liberadores.

Abre sus mentes y corazones a la verdad 
y al amor auténtico, dales la confianza necesaria para aceptar su realidad 
y la fuerza y el coraje para luchar por superarla.


Que encuentren también Señor unas manos abiertas, 
un apoyo para enfrentar los problemas de su vida.

Y que en esa lucha por SER y VIVIR te encuentren a Vos, 
Hermano y amigo, compañero de camino.

AMÉN