Fraternidad Laical Mercedaria

Miembros de las comunidades santiagueñas  y tucumanas de la Fraternidad Laical Mercedaria se reunieron en Santiago del Estero el sábado 2 de septiembre. Vivieron un fecundo encuentro para compartir, discernir y rezar juntos.  

Fue una oportunidad donde reflexionar unidos acerca del lugar de los laicos en la Merced, en clave de misión compartida. También significó un espacio de retroalimentación, ya que muchos animan distintos espacios pastorales en sus comunidades. Pensaron comunitariamente cómo continuar sosteniendo, acompañando y soñando proyectos que permitan seguir poniendo en el centro a los cautivos, junto a otros hermanos que vibran con el mismo amor a María de la Merced. 

Carla Di Paola, integrante del Equipo que acompaña y anima a las fraternidades laicales a nivel nacional, nos cuenta que el objetivo fue recuperar estos espacios presenciales por zonas: “Queríamos volver a encontrarnos y al modo de Nolasco, visitar nosotros a las comunidades. Nos recibió la comunidad de  Santiago del Estero, en el Convento y el Colegio. Los hermanos de Tucumán llegaron con mucha alegría también. Había un clima de mucha fraternidad, de alegría, de ansiedad por recuperar ese espacio tan valioso que se fue gestando a lo largo de los años. Y nos detuvimos en ver cómo estábamos, cómo veníamos después de estos los años, y el desafío de mirar nuestras vidas a la luz de la Palabra, para rumiarla, para dejarnos habitar por ella.  Nos centramos en la mirada de la ecología integral, pensando en las dinámicas de conformación de espacios y de hábitats seguros  y tierras fértiles para poder sembrar”

Sebastián López de Tucumán, quien también participó del encuentro, expresa que le quedó en el corazón “esperanza, un anhelo para seguir creciendo como comunidad zonal y que podamos muchos dar frutos de redención en nuestras comunidades donde aún se necesitan nuevos Nolascos, nuevos mercedarios”:

Martita Contato, representando a la fraternidad en Santiago nos dice: “el encuentro que compartimos con nuestros hermanos tucumanos fue muy enriquecedor, como siempre lo ha sido volver a encontrarnos y compartir la vida. Esto nos da el impulso para seguir caminando juntos,  siendo y  haciendo Merced”.

“Una de las frases que nos quedó mucho de la compartida fue: No somos dueños de la tierra, sino apasionados por la siembra”-agrega Carla-“bailamos, cantamos, rezamos, soñamos, compartimos, abrimos nuestros corazones y fue una experiencia muy linda y renovadora para todos. Salimos fortalecidos y con ganas de más, y con los corazones animando a los que habían quedado en sus comunidades para el encuentro de noviembre”.  

Al finalizar el encuentro que duró toda la jornada, cada grupo se llevó una tarea y una misión de cuidado y fertilización de las tierras de las propias vidas y de las comunidades, como preparación para el Encuentro Nacional de la Fraternidad Laical Mercedaria del 4 y 5 de noviembre en el Colegio León XIII.