El 26 de febrero, miércoles de ceniza, dio comienzo el tiempo de cuaresma, tiempo en el que toda la comunidad de la iglesia católica en el mundo se prepara para vivir la Pascua y Resurrección del Señor.
Es un momento que nos invita a la reflexión y la reconciliación, con nosotros mismos y las personas que nos rodean, en especial los más necesitados; «En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20) es el título del mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma 2020, una invitación a un diálogo abierto y sincero con el Señor.
Como familia mercedaria, reforcemos este carácter de “testigos del Redentor” que nos inspiran los frailes de Argentina desde su mensaje del último Capítulo Provincial en 2017, “el cultivo de una “mística de ojos abiertos” que, para encontrarnos con Jesús, no nos haga huir al desierto, sino que nos empuje a caminar en medio del mundo de la cautividad para testimoniar este amor de Jesús que ama hasta dar la vida en gesto de entrega total”.
“Donde la libertad clama… hermanos, peregrinos, testigos del Redentor”
Mensaje del Capítulo Provincial de 2017
Un primer punto que destaca el Papa Francisco en su Mensaje es que, “la alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma”. Quien cree en este anuncio, afirma el Pontífice, rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia. Por eso, en esta Cuaresma 2020, el Papa quiere dirigir a todos los cristianos lo que ya escribió a los jóvenes en la Exhortación Apostólica Christus vivit, es decir, «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. […] Así podrás renacer, una y otra vez».
Otro aspecto importante que invita el pontífice a contemplar más a fondo es el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. “La experiencia de la misericordia, efectivamente es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí». Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo. Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal”.
“Convirtámonos a un diálogo abierto y sincero con el Señor”
Papa Francisco
Hacia el final de su Mensaje, el Santo Padre recuerda que, poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría.
Finalmente, el Papa Francisco señala que, “podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía”, ocuparse de este aspecto con espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.
Mensaje del Papa Francisco por la Cuaresma 2020
Fuente: Vatican News
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