Somos adolescentes y jóvenes que asumimos el carisma liberador de San Pedro Nolasco en un proceso de crecimiento y maduración de la Fe, donde celebramos la vida apostando a la esperanza.
Misionamos, visitando y acompañando a las personas que padecen nuevas formas de cautividad, generando ámbitos propicios para animar la fe y la libertad en medio de la cultura juvenil emergente.
Nuestra Madre, María de la Merced, anima y promueve nuestra misión redentora en los distintos ámbitos donde crecemos como Fraternidad Juvenil Mercedaria.