Nuestros Modelos

Cristo Redentor, Maestro Y Modelo Mercedario

Jesucristo, que redime a los hombres por amor, que ama sin medida hasta dar la propia vida por todos, porque se identifica con el hombre en todo, menos en el pecado, Es quien nos lleva a nosotros, mercedarios, a mirar a través de los ojos de Pedro Nolasco.
Es quien nos hace descubrir nuestra identidad carismática desde esta óptica que viene dada y brota desde lo profundo de nuestra espiritualidad mercedaria.
El mercedario es profundamente humano porque conoce las grandezas y la miseria del hombre, por eso mismo es capaz de amar de esa manera, hasta dar la propia vida.

Fiesta Litúrgica: 9 de julio

MODELO DE MERCED

Celebrar a Cristo Redentor es redescubrir los aspectos fundamentales de nuestra espiritualidad:

  • La visita a los cautivos, llevando consuelo y esperanza.
  • El rescate, no limitándose sólo al consuelo sino, en la medida de lo posible, haciendo realidad el sueño de libertad, dando la propia vida si es necesario para que ello suceda.
  • El traslado del redimido a lugar seguro para que pueda disfrutar de la libertad. Es decir creando espacios de libertad, en medio de nosotros, donde cada hombre o mujer sea capaz de recuperar su dignidad.

Por tal motivo, hablar de Cristo Redentor es volver desde nuestro carisma a la cercanía con el cautivo, con el que padece, con el explotado. Es invitarnos y alentarnos mutuamente a caminar en la fidelidad creativa de nuestro carisma redentor.

JUNTO A MARÍA

Confiamos a María, Madre de los redentores, que nos ayude en esta tarea que el Señor nos encomienda, y nos fortalezca en el cuidado de la Vida  y el compromiso con los hermanos cautivos.

 

ORACIÓN A CRISTO REDENTOR

 Maestro y Modelo Mercedario

 

Señor Jesucristo,

Tú eres el redentor del hombre,

Tú eres el redentor del mundo.

Tú has penetrado, de modo único e irrepetible,

en el misterio del ser humano.

Hiciste tuyo todo lo nuestro para redimirnos,

para que podamos hacer nuestro tu ser.

 

Mira, Señor, nuestras inquietudes, incertidumbres y debilidades;

mira nuestro mundo que pone sobre los hombros de muchos hombres

pesadas cadenas de opresión,

que nos hace descubrir la dimensión

de esa otra opresión profunda que vive debajo de ellas: el Pecado.

 

Concédenos entrar en Tu persona

y presentir el amor que te llevó a redimirnos,

recibir tu libertad y ofrecerla a los hermanos;

entregarte nuestra vida y unirnos a todo hombre,

especialmente al cautivo, oprimido o perseguido,

 y junto a Ti, Señor, ser redentores.

 

AMÉN

María De La Merced, Nuestra Madre

Reconocer a la Virgen María bajo la advocación de LA MERCED es descubrir en Ella la misericordia de Dios para con aquellos de sus hijos que están en serio riesgo de perder la fe.
Esta advocación nace cuando la Santísima Virgen aparece ante San Pedro Nolasco, el 2 de agosto de 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos.

Fiesta Litúrgica: 24 de septiembre

FUNDADORA Y PATRONA

Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una Orden dedicada a la Merced (que significa obras de misericordia) y junto a los frailes que lo acompañaban en la misión, tomaron a la Virgen de la Merced como patrona y guía.

La espiritualidad mercedaria es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre.

En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos y desde entonces son conocidos como mercedarios.

 

DEVOCIÓN

Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por todo el mundo, edificando iglesias dedicadas a Santa María. La primera, en su Casa-Hospital de Santa Eulalia, construida cerca del mar la cual fue llamada casa de la Orden de la Merced o simplemente, La Merced.

Como actos en honor a María de la Merced, la Orden desde sus inicios practicó la entrega del hábito de Santa María a los nuevos frailes y a los cofrades, el rezo del Oficio diario de Santa María, la Misa y la Salve de los días sábados y los actos de culto mariano inmemorial.

 

EN AMÉRICA

Durante la evangelización de América los mercedarios llevaron a través de ese inmenso continente la devoción y el culto a la Santísima Virgen bajo el título de La Merced. El primer santuario mariano en tierra americana es el dedicado a María de la Merced en el Santo Cerro, en la isla de Santo Domingo.

En sus orígenes se trató de una capilla levantada por voluntad testamentaria de don Cristóbal Colón. La imagen, regalo de la reina Isabel a los primeros misioneros mercedarios, fue proclamada Patrona de Santo Domingo el día 8 de septiembre de 1616. Con fundamento, se puede afirmar que la primera advocación mariana conocida en el Nuevo Mundo y venerada como tal por los americanos fue la de la Merced.

No es, entonces, una casualidad que los ejércitos revolucionarios que lucharon por la independencia sudamericana en el siglo XIX, la reconocieran frecuentemente como su protectora.

 

EN ARGENTINA: GENERALA DEL EJÉRCITO

Y en Argentina hasta su escapulario fue adoptado como uniforme por las tropas patriotas en las Batallas de Tucumán y Salta, precisamente donde se decidió la suerte de los pueblos americanos.

Cuenta la historia que el General Manuel Belgrano durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena guerra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.

Después de la victoria, que aseguró la independencia argentina, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente: “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”. El General, profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército Argentino.

En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que se venera en San Miguel de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del papa San Pío X.

 

 

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA MERCED

Madre y Protectora de Nuestra Patria

 

María, Madre de la Merced,

Tú has experimentado como nadie la misericordia del Padre,

y has participado en su manifestación

mediante el sacrificio de tu corazón al pie de la cruz.

Tú, interviniste en una noche de la historia

a favor de los cristianos que sufrían cautividad

y se encontraban en peligro de perder su fe.

Y hoy sigues haciendo presente el amor de Dios entre los hombres,

los que sufren, los pobres, los perseguidos, los oprimidos.

Escucha nuestras súplicas.

Rompe las cadenas que nos atan y nos impiden ser libres

y conviértenos en redentores y liberadores,

para que llenos del amor de CRISTO,

dediquemos nuestras vidas a promover la verdadera libertad

y dignidad de los hombres,

aquella que permite la comunión con el Padre

y la fraternidad con CRISTO y los hermanos.

 

AMÉN.

San Pedro Nolasco, Padre Y Fundador

En Plena edad media, en un pueblo de Francia llamado Santas Puelas, cercano a Barcelona, nace el llamado “Padre de los cautivos”: Pedro Nolasco.
Avecindado en Barcelona y dedicado al comercio, siente su alma estremecida por el drama social y religioso de su época: la cautividad de los cristianos llevados como esclavos lejos de su hogar.
Pedro Nolasco tiene experiencia honda de Dios, ora intensamente poniendo su vida al servicio de la libertad, y fue así que en la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 la Santísima Virgen María se le presenta y le encomienda fundar la Orden de María de la Merced para la Redención de Cautivos.

Fiesta Litúrgica: 6 de mayo

MERCADER

Nolasco fue en su origen comerciante: burgués, hombre de mundo, capaz de penetrar en tierras extrañas, hombre arriesgado, devoto de Jesús desde el principio. Sólo en su condición de mercader Pedro se hizo experto en temas de cautivos.

La misma condición de mercader le hizo sentir la esclavitud del mundo, la miseria y la grandeza del comercio en que se venden no sólo mercancía, sino también, cautivos, hombres sometidos a la oferta del dinero. Fue por ello que redefinió su oficio de comprar y vender mercancía, por la vocación de intercambiar con su propia vida la libertad integral de las personas, de los cristianos. De esta manera descubrió el llamado de Dios a imitar a Cristo en la Cruz, dando la vida por sus hermanos.

 

REDENTOR DE CAUTIVOS

Desde 1203, Nolasco se dedica a redimir a los cautivos. Se le juntan compañeros y con ellos recorre los caminos colectando la limosna de la merced en iglesias, ciudades y castillos. Vuelven normalmente al Hospital de Santa Eulalia, allí organizan la redención.

Hacia 1218 Nolasco tiene experiencia honda de Dios y fue así que en la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 la Santísima Virgen María se le presenta y le encomienda fundar la Orden de María de la Merced para la Redención de Cautivos.

 

FUNDACIÓN DE LA ORDEN

La fundación se realizó el 10 de agosto del mismo año en el altar de Santa Eulalia en la antigua Catedral de Barcelona, con doce compañeros y la ayuda del rey Jaime I de Aragón y del obispo D. Bereguer de Palou.

 

La simiente mariana y redentora produce vigorosas y abundantes vocaciones para la Orden de la Bienaventurada Virgen de la Merced. Se multiplican las casas y Nolasco durante 31 años se convierte en el líder de la liberación.

 

ORACIÓN A SAN PEDRO NOLASCO

Fundador de la Orden de la Merced

 

San Pedro Nolasco, 

padre y fundador de la Familia Mercedaria, 

tú viste el rostro del Señor en los cautivos, 

oprimidos y perseguidos, tú sentiste, 

en tu propio corazón el peligro grande 

de todos ellos al perder la fe.

Concédenos descubrir, amar y servir 

a los cautivos de hoy 

y ayúdanos a vivir

el espíritu de Jesucristo,

Redentor del hombre, para que mediante 

la entrega de nuestra vida 

liberemos a nuestros hermanos 

de cuanto los oprime y 

los conduzcamos a la libertad de los hijos de Dios.

 

AMÉN