Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!

Los frailes de la Orden de la Merced en Argentina les desean feliz Navidad y próspero Año Nuevo. Fray Ricardo Guzo, Superior Provincial nos acerca sus palabras para estas fiestas, «hemos aprendido que lo esencial para combatir cualquier pandemia o adversidad, es saberse amados… amar y dejarse amar».

Cuando llegó la pandemia en el tiempo de cuaresma por esto lugares, jamás pensamos que llegaríamos a la Navidad bajo la oscuridad de su sombra Hemos aprendido con temor y dolor muchas cosas valiosas, quiera Dios que esta navidad nos ayude a renovar nuestras fuerzas y nos anime con entereza a enfrentar un año nuevo que está llegando. No dejemos que la pandemia y las oscuras decisiones que afectan la vida de nuestro pueblo nos roben la esperanza.

El nacimiento de Jesús nos recuerda una vez más cuanto Dios nos ama al depositar su confianza en nuestra condición humana. Nos lo demuestra confiando en el corazón de María dispuesta a cuidar a su Hijo desde el primer momento que se encarnó en su vientre… en la entrega y el valor de José para salvarlo de las manos homicidas de quien mando matar a los santos inocentes por temor a perder su poder político… en la unión de ambos para atravesar, con el niño, el duro camino del desierto en la experiencia del exilio.

El nacimiento evidencia que, aunque las puertas de las posadas o de todas las casas se cerraran, siempre habrá una en un humilde corral, donde el amor que aleja el resentimiento y reconcilia el corazón, deja al descubierto la Verdad que trae Justicia y esa tan ansiada Paz que todos anhelamos…

Que el nacimiento del niño recién nacido nos recuerde que todos hemos sido hechos a imagen y semejanza de Él, hechos de misericordia para ser misericordiosos… hermanos todos, unos de otros, para curar, sanar, salvar a un mundo que necesita de Merced.

 “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló.” ( Is 9,1)

El Señor les bendiga en esta Navidad, que seguramente, será más sencilla y simple que otras fiestas, pero tal vez más profundas y sentidas, porque hemos aprendido que lo esencial para combatir cualquier pandemia o adversidad, es saberse amados… amar y dejarse amar.