Un sueño que ilumina

Hace un año atrás, cerca de estas fechas, estábamos participando de espacios comunitarios online (conversatorios) para poder realizar nuestro aporte como familia mercedaria argentina a la “Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”.

Una experiencia animada por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) y aconsejada por el Papa Francisco, en articulación con diversos ámbitos y actores de la Iglesia en América Latina y el Caribe donde tuviera espacio todo el pueblo de Dios, y se siguiera profundizando la fuerza del mensaje del V Conferencia del CELAM en Aparecida (2007).

En este mes de agosto, tan importante en la historia de la familia mercedaria, iremos compartiendo las reflexiones que fueron surgiendo de esos conversatorios para cada tema-provocación planteada. Y lo continuaremos hasta el próximo mes de septiembre, dedicado a Nuestra Madre.

Hoy y mañana celebramos la noche del 1 al 2 de agosto, momento en el que Pedro Nolasco, exhausto por haber agotado ya sus fuerzas y bienes en su tarea del rescate de cautivos, tiene su sueño revelador en el que María ilumina su oscuridad y lo anima a formar una familia religiosa que encienda la llama del sueño de la Trinidad Redentora: un mundo sin cautividad.

En estos conversatorios se han ido manifestando el trabajo en comunidad, el impulso que la Trinidad Redentora inspira en nuestros proyectos y los sueños que vamos entrelazando como familia que se desvela en el compromiso de ser redentores con Jesús.

Por eso, a partir de hoy iremos compartiendo estas experiencias que pudimos recoger el año pasado en clave de misión compartida que no dejan de tener vigencia y que se unen a los desafíos, no sólo de la familia mercedaria en el mundo, sino a los de todala iglesia.

Nuestros sueños y compromisos como familia mercedaria se entretejen con estos sueños y vamos conformando así una trama que anuncia, acompaña y sostiene el Reino que Jesús reveló y que sigue abriéndose paso hoy de esta manera profética como iglesia en salida en clave sinodal.

Los 12 desafíos pastorales de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

El 28 de noviembre de 2021, los grupos de discernimiento terminaron sus trabajos de los que surgieron 12 desafíos pastorales que fueron reflotando en el marco de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

Los 12 desafíos son:

  1. Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación.
  2. Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación.
  3. Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.
  4. Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.
  5. Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo.
  6. Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.
  7. Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados.
  8. Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia.
  9. Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral.
  10. Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía.
  11. Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente.
  12. Acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.