La Merced en clave sinodal. Parte 1

En octubre 2023, el Sínodo de los Obispos se reunirá en su XVI Asamblea General Ordinaria, para tratar el tema ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’, a convocatoria del papa Francisco; y nos parece oportuno retomar el aporte que enviamos a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe en 2021.

Como ya les contamos en un artículo anterior que compartimos en ocasión de la conmemoración de la noche del 1 al 2 de agosto, comenzaremos a acercarles a ustedes las reflexiones que se presentaron para esa ocasión.

Puedes ver aquí el primer artículo introductorio de este compilado de reflexiones: Un sueño que ilumina

Haz click en las negritas…

Para ese momento nos reunimos de manera on line en conversatorios virtuales que fueron animados por distintos referentes de nuestras comunidades del país. Para cada encuentro planteamos algunos temas a los que llamamos provocaciones que nos acompañen a revisar nuestra vida como familia mercedaria.

Comenzamos nuestro proceso de escucha reflexionando sobre la sinodalidad… aquí compartiremos una primera parte de dos entregas sobre este tema.

LA MERCED EN CLAVE SINODAL

Para abrir las reflexiones en estos encuentros propuestos para la escucha, se comenzó provocando la animación a revisar nuestro camino en clave sinodal. Ana María, laica consagrada, nos guió con sus palabras:

Comenzó compartiendo la alegría personal por el reencuentro con tantas personas con quienes ha compartido el camino. Luego, compartió su experiencia de la misión compartida y la sinodalidad dentro del carisma mercedario, a la luz de la Asamblea Eclesial.

Realizó memoria agradecida del Concilio Vaticano II,   tiempo en el cual el Espíritu Santo sopló con mucha fuerza y provocó una  transformación muy fuerte en el seno de la iglesia. El tiempo transcurrió y lejos de frenar la acción transformadora, cobra fuerza con la convocatoria del papa Francisco, que retoma los logros del Concilio Vaticano II y los pone en valor en los nuevos contextos.

El papa  se dejó interpelar por el espíritu y comenzó poner en valor el término sinodalidad. Nos invita, como iglesia a vivir un camino sinodal, revitalizando los espacios de participación y movilizando a la iglesia.  Nos llama a vivir la fe en  clave sinodal o sea caminando juntos bautizados entre bautizados, libres y diferentes unidos en comunión. 

La sinodalidad parece ser que es un anti todo de una iglesia estática porque nos invita a  escuchar al Espíritu  y a los hermanos, a poner en movimiento el cuerpo, a re-incendiar el alma.

Es caminar, no apurados, sino junto a otros reconociendo sus rostros, compartiendo experiencias. Animándonos a seguir andando,  reconociendo aquello del otro que me provoca,  me invita y me ayuda a levantarme.  Ser capaces de aminorar el paso para encontrarme con el hermano que se ha detenido simplemente porque estaba cansado,  agobiado o abatido y que necesita a lo mejor que alguien se siente a su lado mientras recupera la fuerza.

Este camino sinodal fue el que realizó nuestro fundador Pedro Nolasco. En esa época no se hablaba de sinodalidad pero si estaba el espíritu de la sinodalidad. 

Vio la situación de esclavitud, de dolor y decidió detenerse y despojarse.  Compartió su decisión con otros y otras y se puso en camino porque sabía que sólo era imposible.  Bienes y vidas al servicio de los cautivos.

Revive este conversatorio en nuestro canal de youtube «mercedarios argentina»