Continuamos compartiendo nuestros aportes que realizamos a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe de 2021, y conmemorando el día de la solidaridad que es el 26 de agosto queremos dar a conocer la experiencia de los proyectos sociales de las comunidades de los frailes mercedarios en Mendoza, de Capital y de Maipú.
Para compartir las experiencias de la pastoral social en las comunidades mendocinas se convocaron distintos referentes laicales de las diferentes expresiones mercedarias encarnadas en los clamores.
Para contarnos en clave de misión compartida están Pedro y Exequiel (de la ciudad de Maipú) como referentes del proyecto Taller Protegido “fray Abel Abregú”, Antonio, que es el administrador de la casa en Mendoza Centro, y Gabriela y Sabrina de pastoral Guadalupe.
Fr. Marcelo Hidalgo expresa que “la Merced en Mendoza es una de las tantas comunidades del carisma que ha asumido la opción laical como camino certero, desde el compromiso en el trabajo en red y sobre todo con la firme convicción de que la cautividad es una situación social que compromete vidas y libertades, derechos y oportunidades, y en esa concreción de que la cautividad es una trama, las respuestas no pueden ser unívocas ni nominalistas , se trabaja en relaciones interinstitucionales, interreligiosas, con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. La Merced en Mendoza es referente de pastoral social, no solo en la arquidiócesis sino en todo el territorio”.
En la acción pastoral de Mendoza Capital, tienen lugar principalmente 3 clamores que fueron surgiendo providencialmente, que se fueron acercando: personas en situación de calle, de prostitución y adicciones; y en Maipú la pastoral de liberados.
Antonio Risso cuenta su experiencia de acompañamiento y administración de la casa con el apoyo de los frailes de la Merced en Argentina. “Es como si tuviésemos en nuestra casa un hospital de Santa Eulalia” expresa al principio, recordando los ejemplos de Pedro Nolasco, fundador de la Orden, devolver la dignidad a las personas, entonces cuenta que allí tienen un lugar para que se bañen, y eso hace que su rostro vaya cambiando, se les ofrece un desayuno, y, en un trabajo conjunto con la universidad y el gobierno, surge un consultorio para poder brindarles la atención médica. Además, en este trabajo en red también se logró tener un aula para estudios y talleres.
En el trabajo pastoral se va acompañando a estas personas con la oración y en la escucha, sentarse a escuchar a estos Cristos es llenarnos el espíritu constantemente y ver cómo la obra nuestra va llenando esos rincones que faltan poder abarcar, por ejemplo devolverle un nombre a esta persona, darle la oportunidad de recuperar su documento muchas veces.
En estas charlas vamos conociendo los flagelos que sufren, los principales son las adicciones, la prostitución. Aparecieron en el espacio los grupos de Narcóticos Anónimos, Talita Kum y Fazenda. También se brinda el lugar al grupo de Alcohólicos Anónimos y ALANÓN. El trabajo de estos grupos hizo que aparecieran las familias de estas personas y se interesaran en cómo cuidarlas.
Conoce el proyecto «Patio Callejero» de Mendoza Capital.
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“El obispo dice que nuestra casa es el pulmón social de la diócesis de Mendoza” nos cuenta Antonio, y continúa “de la mano de la Orden, se cumple con este compromiso de la iglesia en salida, porque más de una vez tenemos que salir a buscar a la persona que está caminando o pérdida por alguna razón y hay que traerla para que pueda continuar su tratamiento”.
A continuación Ezequiel Cánepa cuenta las experiencias de la pastoral de liberados. Comenta para empezar que “esta pandemia nos ha puesto en jaque y en crisis muchos de los proyectos pastorales” y se va haciendo lo que se va pudiendo. Sí, en esta pandemia han visto una oportunidad para el taller, “una nueva vuelta de rosca” en relación con el concepto de misión compartida, permitió mirarse hacia adentro y redefinir roles y funciones y esta actitud de iglesia en salida, concepto que se ha podido ir reflexionando en conjunto la comunidad laical con los religiosos para buscar nuevas formas de hacer la acción pastoral; “aprendimos una nueva forma de salir y encontrar ese motorcito para…” expresaba Ezequiel Cánepa.
Continúa Pedro Chacón destacando la relación con entidades de la sociedad civil, instituciones privadas sin fines de lucro como el Club de Leones, que en este último tiempo colaboró para poner en funcionamiento el taller de costura orientado a mujeres privadas de la libertad.
Así nos contaban la actualidad del proyecto Taller Protegido “Fray Abel Abregú” cuando comenzó el tiempo de emergencia sanitaria.
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Este tiempo de pandemia también se ha aprovechado para ir adquiriendo herramientas y materiales y ganando voluntades de laicos que se van comprometiendo en el trabajo como instructores del proyecto y con el carisma mercedario así al momento que todo se abra el taller pueda llevar adelante las tareas.
Luego Gabriela Marchessini y Sabrina del grupo Guadalupe nos comparten su acción social con las chicas en situación de prostitución en las calles aledañas al templo, y nos dicen “lo lindo que tiene Mendoza Centro es el protagonismo del laico y nuestra misión particular es escuchar en las esquinas lo que las chicas sienten, tanto trans como cis y poder establecer redes para que ellas puedan adquirir herramientas para que puedan liberarse, que ellas puedan ser protagonistas de su cambio”, se hace hincapié en una visión integral de cada una, tanto en salud como psicológica, terminar los estudios, comenzar un emprendimiento, ayudarlas a encontrarse y a vivir la gratuidad del amor de Dios, ese amor que las transforma.
“Este mismo acompañamiento las ayuda a ellas a resignificar esa historia de dolor que cada una tiene” el poder crear redes y trabajar en conjunto con otras instituciones permite el acompañamiento integral.
Conoce el proyecto «Lady’s» de la Pastoral Gadalupe en Mendoza Capital
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Fray Pablo Ordoñe expresaba lo valioso de este enlace que se va viendo de este camino de sinodalidad, del trabajo en misión compartida puesto al servicio de manera muy concreta a esta realidad multifacética. “Como vivir en este entramado de ser familia y a la vez ocuparse vincularmente en estas realidades, donde a veces lo vincular es lo que termina sanando y rescatando”.
Fray Ricardo Guzzo resalta la unión de los vínculos en La Merced, en donde todos son importantes y se va haciendo camino y se van sosteniendo unos con otros, el trabajo en redes y el respeto mutuo… “la pandemia nos ha hecho ver que somos más hermanos, allí donde más se necesita”.
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