La Merced de ojos abiertos

La “mística de los ojos abiertos” frente a una realidad que pide respuestas redentoras concretas. Primera parte de esta reflexión.

Compartieron esta reflexión fray Matías Bellanich y fray Emilio Córdoba, quienes el año pasado estaban a cargo de la formación de postulantes y estudiantes en desde la Casa de Formación en Córdoba.  Esta fue su participación en uno de los conversatorios para realizar los aportes desde La Merced en Argentina para la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

Encuentra aquí los artículos relacionados. Estos son los aportes que enviamos a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe de noviembre de 2021.

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Desde el título: “La Merced y la mística de los ojos abiertos” frente a una realidad que pide respuestas redentoras concretas, tenemos en cuenta al teólogo alemán, Johann Baptist Metz, que acuña la expresión: “la mística de los ojos abiertos”  y la plantea en su elaboración teológica de la teología política.

La expresión tiene que ver con todo lo que vivimos como camino de fe, de nuestra experiencia de fe, nuestro compromiso de fe.  Involucra la encarnación de Jesús, la humanidad, Dios, la fe. Para nosotros es una mística de ojos y oídos abiertos, porque abrimos los sentidos a los clamores que nos interpelan y hacen que como mercedarios nos encaminemos a dar respuestas redentoras concretas. La realidad pide respuestas redentoras concretas. Por lo tanto, la mística de los ojos abiertos quiere ser un compromiso con la realidad de los que sufren. El teólogo,  nos anima a descubrir a Dios en el que sufre.  Nos reclama nuestro compromiso, nos exige el compromiso y a los mercedarios el compromiso redentor.

En el documento de la Asamblea Eclesial se nos invita a mirar: la realidad.  Lo que nos duele y  lo que nos da esperanza de esa  realidad.  Como mercedarios nos identificamos con una espiritualidad encarnada, porque la realidad humana nos habla de Dios.  Hay una palabra de Dios en todo el quehacer humano y viceversa.  Por ello cuando, nos acercamos a esa realidad a través de los sentidos esta nos interpela, nos atraviesa. 

Debemos tener presente que esa mirada está afectada por las trayectorias, por nuestra condición social, por la cultura, por los medios de comunicación, por los diversos caminos que no han traído hasta nuestro presente. Por lo cual, surge la necesidad de evangelizar los sentidos, de educar ese modo de mirar y de percibir la realidad que a veces está como cortada, colonizada, direccionada y que puede hasta impedirnos percibir las necesidades. Como mercedarios tenemos que ir permanentemente a nuestro punto de referencia cierta, que es el Dios del Éxodo, el Dios liberador que vio cómo su pueblo era oprimido en Egipto, que escuchó su clamor y se acercó para liberarlos de la única realidad que conocían: ser esclavos.  El mercedario sabe de eso y tiene que asumir ese camino con todo lo que eso implica el acompañar recibir, o acoger la vida como viene.

El Papa Francisco nos enseña a distinguir, en eso de percibir la realidad, los gritos de las necesidades verdaderas. Como en el caso del pueblo que desea volver Egipto, grita que quería volver a comer el guiso de la esclavitud y sin embargo Dios sabe que esa no era la necesidad verdadera, por ello, sostiene su peregrinar hacia la libertad.  Sostiene el peregrinar hacia la dignidad del pueblo.

Entonces nuestra referencia permanente va a ser: volver una y otra vez a ese Dios liberador, a Dios que se hace pariente cercano y que rescata, que redime con creatividad, con amor por ese vínculo familiar que ha hecho con su pueblo.  Lo vemos también en el Nuevo testamento en el Buen samaritano, donde percibimos que muchos vieron: el levita, el sacerdote pero sólo ese samaritano vio, se conmovió y actuó en consecuencia.

Tenemos  la  necesidad de limpiar esa mirada,  de evangelizarla,  de dejarnos interpelar por la autoridad del  sufriente para hacernos cargo y  cargar con esa realidad.

Lo hacemos también desde la mística de los ojos abiertos, reconociendo que en ese cautivo está Jesús, cómo nos enseña Mateo 25.  El mercedario, la mercedaria ven a Jesús sufriente, en el cautivo y eso es lo que nos hace ser el aporte específico a la iglesia.

Estas son las referencias a las que tenemos que volver, buscando esa evangelización de los sentidos para que nuestro mirar se asemeje cada vez más al mirar de Dios, al mirar de Jesús.

Primer conversatorio del proceso de escucha. Julio 2021