María, Aurora de la Redención

Celebramos a María, Nuestra Madre de la Merced, y compartimos con ustedes las palabras del Superior Provincial.

Cada 24 de septiembre la familia mercedaria en el mundo está de fiesta celebrando a María, Nuestra Madre de la Merced, y en las comunidades de los frailes mercedarios de Argentina no faltará este ánimo festivo, tanto en agradecimiento como pidiendo su bendición y protección.

En este día tan especial, fray Ricardo Guzzo, Superior Provincial de nuestra Orden en el país, comparte unas palabras alusivas a este momento de festejos pero sin perder de vista la situación de la realidad actual.

Descarga aquí el mensaje completo de fray Ricardo Guzzo.

Comienza su mensaje en agradecimiento diciendo:

“Quiero acercarme, en este tiempo especial, que tiene su culmen en la celebración de la fiesta de nuestra Madre de la Merced, agradeciendo a Dios, en la persona de cada uno de ustedes que con su entrega generosa van gestando un “cielo nuevo y una tierra nueva”, junto a los mas vulnerables de nuestro tiempo”.

Y continúa, destacando la imagen de María, “la que sigue saliendo al encuentro, con la fuerza de su ternura, sosteniéndonos cuando se achica la mirada, el horizonte se pierde y las fuerzas se debilitan.

Es ella la que, observando en las bodas de Caná que el vino se acaba,nos lleva ante su Hijo para hacer lo que Él nos diga, y así disponernos para adelantar la Hora. 

Es ella, Aurora del Amor Redentor, que comprende de inmediato a las mujeres del albaque anuncian la Resurrección… Sabe que un tiempo nuevo ha comenzado, que su Hijo esta vivo y no ha venido por la revancha a vengarse sino a hacer nueva todas las cosas, a reconciliarnos unos con otros, sanando los vínculos y recuperando la fraternidad universal herida por el pecado.

En definitiva, ha venido a traernos la Paz, una paz verdadera, no la que se impone por la fuerza, por decreto o por delimitar el metro cuadrado de cada uno, sino aquella que se logra cuando el Amor (Misericordia) la Verdad y la justicia se encuentran”.

Fray Ricardo nos recuerda que “Ser devoto de la Virgen de la Merced no es solo revivir una tradición, cumplir una promesa, revestirse con alguna insignia; ser devoto de ella es conocer su mensaje y comprometerse con él para acabar con las distintas esclavitudes que aún existen”.

Nos invita, sobre el final de su mensaje a “reconstruir los lazos que nos unen como hermanos, y sin dejar de buscar la verdad y la justicia, tendamos puentes a través de la escucha atenta y el diálogo respetuoso, para atender las urgentes necesidades de nuestro pueblo”.