Bibliotecarios, educando para la libertad

En Argentina celebramos cada 13 de septiembre el Día del Bibliotecario. Fue instituido a nivel nacional en 1954 para homenajear a todos los trabajadores y trabajadoras de las bibliotecas del país. 

Representando a quienes prestan servicios en las bibliotecas de nuestra familia mercedaria, conversamos con Vanesa Morandín, bibliotecaria en el Colegio León XIII de Villa Rivera Indarte, Córdoba. Nos cuenta sobre el origen de su vocación, cómo es trabajar en las bibliotecas y de qué manera hacen su aporte en la educación liberadora.

“Ser bibliotecaria es acercar a los usuarios a los libros, a la lectura, a la literatura y a la información. Es lograr que las personas se den cuenta que tienen una necesidad de información y ayudarles a satisfacerla. Para ello es muy importante tener todo el material organizado y clasificado, saber dónde buscar, conocer diferentes fuentes y formatos. El  profesional de la información realiza distintas tareas de fondo para poder entregar los documentos adecuados según las características de los diversos usuarios. 

Ser bibliotecaria es ser apoyo de los profesionales de todas las áreas; en una biblioteca escolar particularmente es colaborar con profesores y maestros, es ofrecer diferentes herramientas para sus clases, es brindar un espacio para trabajar. 

Ser bibliotecaria es fomentar la lectura, es recomendar un libro, es entregar el texto indicado en el momento justo, es brindar una lectura en voz alta, es leer sola y leer con otros, es compartir lecturas, compartir textos, compartir información. Es enseñar a buscar en fuentes seguras de información, también es enseñar las partes de un libro y cómo buscar en los libros. Representa una tarea muy importante en esta sociedad actual en la que la información vale tanto.

Desde chiquita me gusta mucho leer; soy de una ciudad del interior de Santa Fe, allí no había librerías o quizás mi familia no las conocía. Recuerdo que pedía siempre ir al supermercado para que me compren un libro. También a mi casa llegaban las revistas escolares como Anteojito o Billiken que traían libritos y se podían armar las colecciones; me encantaban, esperaba ansiosa la llegada de la persona que nos las vendía, en esa época te llevaban las revistas a domicilio. 

Después tuve la gracia de ir a un colegio que tiene una biblioteca enorme y se fomenta mucho su uso. Desde la primaria nos podíamos llevar libros a nuestras casas, nos los prestaban por una semana. Era una experiencia hermosa ir a la biblioteca con la seño y mis compañeros, tener un momento de lectura, elegir un libro, entregar a la bibliotecaria o a los auxiliares para que los registren, luego llegar a casa y leerlo o compartirlo en familia. También en el cole había un proyecto de auxiliares de biblioteca que era a partir de cuarto grado: los bibliotecarios nos enseñaban diferentes tareas como registrar préstamos o arreglar libros y nos encargábamos de eso, colaborábamos en la biblioteca. 

Los primeros bibliotecarios que conocí fueron Gladys, Mauricio y Norma. Desde ese momento fue surgiendo mi vocación. Unos meses antes de recibirme de bibliotecóloga, esa biblioteca fue mi primer lugar de trabajo, fue muy lindo, era como volver a casa.

Actualmente, soy la bibliotecaria del nivel secundario del Instituto León XIII de Córdoba Capital. Trabajé en diferentes instituciones en Santa Fe y en Córdoba, y en septiembre del año 2019 ingresé a este colegio. Cuando llegué me pidieron que realice un plan de infraestructura y de organización de la biblioteca. Desde ese momento, gracias a la predisposición del Equipo de Gestión, se comenzó con reformas edilicias, se instaló un software de gestión bibliotecaria, y se comenzó con la catalogación y clasificación de todo el material. Mis tareas en la biblioteca son registrar los préstamos, procesar el material, interactuar con los docentes para realizar diferentes proyectos, promover la lectura y el uso de la biblioteca, buscar información, facilitar el acceso al material y a la información, entre otras.

Considero que fomentar la lectura y el uso de las bibliotecas es una acción liberadora; leer nos hace libres, acceder a la información nos da herramientas para poder tomar decisiones. Esta es nuestra responsabilidad como profesionales del libro y de la información. ¡Feliz día!«