Hoy es el día de los preceptores. Damos gracias a quienes han tenido ese rol en nuestras vidas, y a quienes actualmente acompañan cada día las historias de nuestros estudiantes mercedarios.
Liliana Albert, preceptora en el Colegio Padre Vásquez de Mendoza acerca su testimonio de servicio.
“En nuestra comunidad educativa, los preceptores trabajamos con parejas por cada año, esto nos permite estar más atentos a las señales que se nos van dando a través de las distintas conductas que van presentando, y también escuchar a sus familias para poder acompañar en conjunto.
Gracias a la llegada del GEM, que es una app donde se cargan las notas y la asistencia diaria, hemos podido despegarnos un poco de las tareas administrativas para asignar más tiempo en el acompañamiento del alumno tanto en la parte pedagógica como en la parte social.
Pienso que la mejor manera de acompañar al estudiante es a través de una escucha activa, sabemos que no podemos resolver sus problemas, pero a veces sólo con escuchar, el alumno siente que no está sólo, hacerles saber que son inteligentes, importantes, que son especiales, que Dios los pensó a cada uno de ellos y que son capaces, es fundamental para ellos. También es muy importante mantener la comunicación con la familia, que sepan cómo se está sintiendo el alumno en el colegio.
También es muy importante el trabajo en conjunto con los profesores, cuando un docente nos expresa que le preocupa la conducta y/o rendimiento de un alumno se comienza el camino para tratar de ver cómo acompañarlo , también el refuerzo en las horas sin profesor, mediante las tareas enviadas para que esas horas se conviertan en clases virtuales y no en horas libres.
Recuerdo que llegué a la familia Mercedaria a través de una entrevista para un reemplazo, y desde ese día tuve la oportunidad de poder quedarme, pude viajar a Córdoba y conocer el Carisma Mercedario y desde ese día lo adopte para transmitirlo a los alumnos.
Siempre digo que soy afortunada porque me encanta mi trabajo y sé muy bien que los alumnos nos escuchan y que tenemos que ser responsables de cada palabra que les decimos.
Es muy gratificante verlos superarse, sobre todo a esos alumnos a los que le dedicaste más tiempo, ya sea por su conducta o porque le costó un montón el año .
Me acuerdo de mi preceptora de primer año, Mirtha Rodriguez. Ya pasó mucho tiempo, pero me quedó grabada su manera de hablarnos, el buen trato que me daba, ¡que sabía mi nombre!….es tan importante para los chicos ése detalle…
En este día en que celebramos a todos los preceptores y preceptoras, quiero saludar a cada uno de mis compañeros del Colegio Padre Vasquez, es un gran equipo, que se preocupa por cada uno de nuestros estudiantes, que están siempre dispuestos a apoyar a su compañero, gracias a todos».
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