Aniversario de la Coronación Pontificia

La familia mercedaria celebró en la Basílica de la Merced de Córdoba el segundo aniversario de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de la Merced de los Maitines. 

La acción de gracias comunitaria se extendió durante toda la jornada del martes 7 de noviembre, con celebraciones eucarísticas, rezo del rosario y una constante presencia de fieles para tomar gracia y orar frente a la histórica y emblemática imagen.

En el año 2021, luego de un extenso tiempo de preparación que se prolongó por la pandemia, y una vez concluídas las tareas de restauración y puesta en valor de la imagen de Nuestra Madre, se celebró en el atrio y la explanada de la Basílica la esperada fiesta para honrar a María con el gesto de su coronación pontificia.

El Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos expresa: «…se concede la Coronación, en nombre y con la autoridad del Sumo Pontífice, de la mencionada imagen de la Bienaventurada Virgen María», esperando que «contribuya a extender aún más la devoción a la Madre de Dios y suscite entre los fieles un verdadero anhelo de santidad».

Para la Merced en Argentina, este es un hecho muy significativo que conduce a reafirmar el ardor misionero redentor, abrazando la identidad carismática y el trascendente paso histórico por nuestro Pueblo.

La Arquidiócesis de Córdoba en esa memorable ceremonia declaró a Nuestra Señora de la Merced de los Maitines Patrona y Protectora de la Libertad y la Vida Amenazada. Y en septiembre de este año, al crearse la Vicaría para los Pobres, la nombró patrona de este nuevo espacio eclesial. 

Historia e identidad de la imagen coronada

La prodigiosa imagen que recibió la coronación pontificia, data de fines del siglo XVIII y es venerada por innumerables fieles en el Coro de la Basílica de la Merced.

Esta significativa representación de Ntra. Sra. de la Merced de los Maitines, está tradicionalmente vinculada a la itinerancia misionera, pues en sus orígenes acompañó a los misioneros mercedarios, montada en una mula para mendigar la limosna de los cautivos, visitando familias, campos, pueblos y parajes del interior de Córdoba (antigua tradición que nace en el Alto Perú). Presidió luego el Coro de los frailes, acompañando la redención de los cautivos hecha plegaria, de allí el nombre de la Virgen de la Merced de los Maitines (oración del alba).

Sus labios expresan el canto profético del Magníficat y su cuerpo de mujer, tallado a golpe de hacha y cincel tiene actitud sedente (sentada) y lleva sus pies descalzos. La identidad misionera de esta venerada imagen nos invita a revitalizar nuestra raíz creyente en el primer anuncio proclamado sinodalmente. A ser Iglesia pobre y para los pobres; “hospital de campaña” que busca a los caídos del camino para ofrecerles los primeros auxilios, se hace cargo y ora sin desfallecer.

12 estrellas, 12 rostros

La corona de la Nuestra Señora de la Merced de los Maitines está formada por 12 estrellas que representan los rostros de muchas personas. Son los rostros que nos interpelan cotidianamente y nos motivan, desde el carisma mercedario, a dar respuestas creativas y eficientes para ayudar a nuestros hermanos que ven amenazada su libertad y vulnerados sus derechos.

-Niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y riesgo social.

-Mujeres y niños víctimas de abuso y violencia.

-Víctimas de trata y tráfico de personas.

-Mujeres en situación de prostitución.

-Pueblos originarios que ven avasallados sus derechos.

-Personas en situación de calle que son invisibilizadas y descartadas.

-Jóvenes y adultos excluidos de la cultura del trabajo.

-Liberados, reclusos y sus familias. Pastoral carcelaria.

-Migrantes y refugiados cuyos derechos humanos estén en riesgo.

-Personas cautivas por diferentes adicciones.

-Hombres, mujeres y niños con el corazón destrozado por la pobreza, el hambre, la soledad y la exclusión.

-Los que padecen por el deterioro medio ambiental y la falta de cuidado de la madre tierra.