Se acerca la Semana de Trabajo Mercedario

Entre los días 13 y 20 de julio se desarrollará la STM 2024. Como cada año, esta experiencia misionera en salida convoca a los jóvenes mercedarios de las distintas comunidades de la Provincia Mercedaria Argentina. 

La edición 2024 se realizará por tercer año consecutivo en Córdoba, y será el Convento Máximo de San Lorenzo Mártir – Basílica de la Merced el epicentro de las actividades. Son días de encuentro fraterno, oración y formación, profundización del carisma y servicios misioneros. 

En esta oportunidad visitarán diariamente el barrio Bajo Yapeyú y ofrecerán talleres para las personas de la comunidad. También en el centro de la ciudad colaborarán con las acciones cotidianas del Desayunador Madre Tránsito de la Fundación Huellas de San Alejo y en el  Mesón Callejero Merced de los Maitines. 

Lisandro Martínez de Tucumán y Emiliano Puma de Córdoba son los jóvenes laicos que este año coordinan la Semana de Trabajo Mercedario. Ellos nos comparten novedades y expectativas para estos días de misión.

Sobre el desafío de vivir la SMT en el servicio de la coordinación, Lisandro sostiene que “es una experiencia distinta, quizá no estás tocando tantas puertas, pero estás en el rol de hacer que todo funcione, destrabar algunas cuestiones. También me pongo a jugar con los changuitos, pero estoy atento  y adelantándome en preparar lo que viene. Tenés que andar con el ojo afilado para cuidar a las personas, los misioneros y la gente que visitamos. Eso se complementa con la logística de traslados, espacios, horarios por los que también velamos”.

Emiliano agrega: “Es un desafío lindo y una Gracia que el Señor nos llame para este servicio. Nuestra tarea de coordinación es facilitar la experiencia de Dios en los misioneros, para que estén cómodos y seguros, que se sientan en su casa y sólo se centren en la misión. Al final, la experiencia de Dios del coordinador pasa por la experiencia de Dios de los misioneros”. 

Sobre las actividades que los jóvenes mercedarios desarrollaron para poder viajar y participar de la STM, nos cuentan que por ejemplo que en Tucumán se hizo venta de locro y bingo show, también ventas de bonos y rifas. Los jóvenes de Caballito vendieron pastelitos y realizaron un bingo para recaudar fondos. En Ranelagh elaboraron comidas para la venta y en Córdoba prepararon empanadas. La comunidad de León XIII propuso un bingo y  ofrecieron pizzas, además de la colecta de alimentos que varias comunidades llevaron adelante. 

“Si bien cada grupo juvenil realiza distintas experiencias misioneras en sus comunidades, esto de hacerlo todos juntos como una gran familia juvenil nos pone en la misma sintonía. 

Cada uno llega desde sus lugares:  Tucumán, Mendoza, Ranelagh, Caballito, León XIII, Maipú, Basílica. Algunos retrasan su exámenes, patean su cumpleaños, y hacen grandes esfuerzos para participar, utilizando sus días de vacaciones para esta gran misión. 

Es muy fuerte esto de La Merced en estado de misión. Toda la provincia está abocada a la misión: en Paraguay, en Tucumán y en Córdoba. Las tres experiencias tienen a la Virgen como centro, que nos lleva a Jesús. Y en todas están los jóvenes, los laicos, los religiosos, todos en misión compartida”. 

Este año se cierra un ciclo de tres años con la Semana de Trabajo Mercedario en Córdoba. Siempre se encuentran nuevas realidades, sobre todo en este tiempo tan crudo para muchas situaciones sociales. Pero como sostienen los misioneros, está más allanado el camino porque conocen los lugares, los servicios y a muchas de las personas con las que se encontrarán.

A quienes visitamos les llama la atención cómo jóvenes vienen de tan lejos para decirte de distintas formas que Dios te ama. Ese entusiasmo y sacrificio de viajar tantas horas, quizá con frío, con cansancio para transmitir ese mensaje de esperanza. Y los misioneros somos muchos, los que vienen a esta semana y todos los que desde sus lugares colaboran y rezan por la misión. Los que donan alimentos, quienes compran las cosas que hacen los chicos para vender, ellos con su generosidad hacen posible esta experiencia. Somos enviados por María de la Merced, como San Pedro Nolasco. Y con quienes colaboran las personas es con la misión de la Nuestra Madre”