Comunidad de Tucumán en salida redentora

La comunidad mercedaria de Tucumán comparte sus crónicas y testimonios de un fin de semana “en salida” desde la Carpa Misionera:

“Se dice que hace 806 años, allá lejos, por Barcelona, un mercader de libertad plantó las bases para la primera carpa misionera. Hoy en esta parte del mundo, en un barrio de San Miguel de Tucumán, renovamos el compromiso asumido por Pedro Nolasco ante Nuestra Madre, María de la Merced y la obra redentora de cautivos.

Por esa razón frailes y laicos, decidimos que la mejor forma de celebrar el aniversario de la Orden Mercedaria, era con una nueva edición de la Carpa Misionera, una carpa que forma parte de los innegociables de nuestra parroquia. Una carpa que resignifica el carisma redentor en tiempos de nuevas cautividades.

La comunidad religiosa con los frailes José Luis, Sijú, Saúl, Roque, Emmanuel,  y Liliana, desde su laicado, guía y apoya esta experiencia que sostenemos ya hace muchos años y que tiene sello propio, “La carpa misionera de los mercedarios”. Este año se sumaron el hermano Charly de la comunidad de Ranelagh, el padre Pablo y jóvenes de la Basílica de la Merced en Córdoba.

Muchas son las manos dispuestas a ayudar, desde la búsqueda del lugar, la logística, la liturgia, la misión, los talleres, las charlas de bautismo, la misión con los jóvenes, el grupo de la Divina Misericordia y la Legión de María, y por supuesto, la carpa de la cocina que siempre tiene el fuego encendido para el agua caliente y la comida que se multiplica para los misioneros y vecinos que se acercan. La comunidad se viste de fiesta, hay risas, música, una zamba, el fuego del fogón, y la fiesta de la celebración en la mesa del altar.

Nuestra Madre desde el centro de la plaza es testigo de cada momento, y con su amor maternal parece mirar a Pedro Nolasco y decirle que lo hizo bien, que su obra está cuidada y que fundó algo más que una orden religiosa… dio vida a la Familia Mercedaria.

Agradecemos la visita de Monseñor, Carlos Sánchez, Arzobispo de Tucumán, como así también el apoyo de Fray Ricardo Guzzo que siempre nos impulsa para que en servicio y oración, caminemos donde Cristo está cautivo”.

CELEBRANDO LA ALEGRÍA MISIONERA. Por Claudia Robles, desde la Capilla Nuestra Señora de la Candelaria:

“En esta nueva misión de la Carpa Misionera que llevamos adelante junto a la Parroquia San Pedro Nolasco en conjunto a la Capilla Ntra. Sra. de la Candelaria, comunidad a la cual pertenezco ha sido como lo es siempre llena de sentimientos encontrados, por el trabajo que lleva su preparación y que tiene sus vaivenes dado que a veces las responsabilidades personales intentan poner un traspié en esta tarea que nos propusimos como iglesia hace ya más de 10 años y de la cual fuimos pioneros. 

Estas 3 jornadas estuvieron cargadas de alegría, encuentros y misión, por los hogares de la zona, y también in situ con los talleres llevados adelante en diferentes espacios, con niños, jóvenes y adultos. Esta vez acompañando a las actividades ya programadas, se dictó un taller de folclore a cargo de la academia Herederos de Luz que se dicta en la Capilla, y también hubo clases de guitarra por parte de uno de los referentes del coro parroquial Sebastián López. 

Celebramos los 806 años de la fundación de la Orden de la Merced en el mundo, con juegos infantiles que incluían las estampas de los Santos Mercedarios haciendo conocer un poco de sus historias, luego de la misa comunitaria compartimos una rica torta.  Por la noche, el fogón con la Adoración al Santísimo a cargo de los jóvenes fue una actividad muy especial.

En lo personal en cuanto al servicio lo viví desde otro lugar, pues aunque participo en mi comunidad en las guías de misa, este año estuve en la carpa participando en lo que hiciera falta y durante la jornada del sábado colaborando en las actividades para los niños, y las transmisiones en vivo de algunos talleres, espacios y recogiendo testimonios de vecinos acerca de la cercanía de la iglesia a través de la Carpa en la zona..todos coincidieron en la necesidad y la alegría que provoca siempre su llegada. 

Para finalizar y mientras escribía esto caía en la cuenta que finalmente y a propósito de estos 806 años de fundación la Orden es esto, salir al encuentro, estar cercanos y así como lo planteamos en nuestra planificación anual «En servicio y oración caminemos donde Cristo está cautivo»

LOS JÓVENES EN LA CARPA MISIONERA SOMOS EL IMPULSO DE SALIDA. Por Ismael Prado, desde la Fraternidad Juvenil Mercedaria en Tucumán:  

“Junto a los adultos, salimos a las calles a visitar casas y anunciar la buena noticia. También invitamos a las actividades en la carpa. 

Vivimos este impulso misionero con los adultos y algunos niños, transformándonos en comunidad redentora”.

LA CARPA MISIONERA, UNA VEZ MÁS SE PARÓ PARA ALBERGAR Y CONVOCAR A TODOS. Por Fernanda Sorroza, de la Parroquia San Pedro Nolasco:

 “Manos jóvenes, manos con arrugas y experiencias compartidas se unen para poner en pie la estructura de la Carpa. Los primeros en llegar son los niños de la zona, los jóvenes y catequistas comienzan a hacer lo suyo, otros toman las andas de la Madre y se va en prontitud al esquinazo, se preparan las imágenes peregrinas para las visitas en las casas y con la biblia en mano y unas estampas se sale cantando. El corazón canta de alegría.

Cuando acaba el día, todos regresamos y se arma la mesa de la Eucaristía. Todos, todos somos convocados. Los vecinos vienen con sus intenciones y juntos como hermanos en la fe, participamos de la Cena del Señor.

Tres días intensos, donde se vive esta experiencia del encuentro con los talleres de reciclado, el bíblico, el de huerta, también la adoración al Santísimo, los bautismos y qué hablar de la tarde en familia. 

Los Sacerdotes pasan de casa en casa llevando la bendición y los sacramentos para los enfermos.

Historias, sueños, esperanzas, tristezas y añoranzas se entrelazan… cuando todo se acaba, la llama se vuelve a encender en un hasta pronto. Un fin de semana sin dudas lleno de Merced. Y la Madre, siempre presente, es la que nos impulsa a salir.

En tu presencia María nos sentimos familia. Ella nos convoca a seguir llevando la Esperanza de la Resurrección y a parar la Carpa allí, donde Cristo aún está Cautivo”.