Asambleas Parroquiales en Tucumán

Durante el mes de marzo, la familia mercedaria tucumana se reunió en Asambleas Parroquiales Comunitarias, en clave de Sinodalidad. 

La invitación animó enérgicamente a la participación de cada uno: “Todos están convocados, todos son bienvenidos, todos son importantes, todos suman. Te esperamos para construir juntos una Iglesia más fraterna en Salida, para todos”.

El 07/03 la Asamblea Parroquial tuvo lugar en la sede; el 14/03 en la Capilla Nuestra Señora de la Candelaria; el 21/03 en la Capilla Cristo Redentor y el 28/03 en la Capilla Niño Jesús.

¿Qué es una Asamblea Comunitaria Parroquial?

La Asamblea Comunitaria Parroquial es una reunión que nos permite vivir la comunión, participación y corresponsabilidad de todos los miembros de la Iglesia parroquial en su acción evangelizadora. En ella se expresa, de forma objetiva y clara, el rostro y la vida de las comunidades que componen la Parroquia. Es el lugar donde se escucha la voz, los anhelos y las preocupaciones de la comunidad eclesial.

¿Por qué en clave de Sinodalidad Mercedaria?

En su sentido más amplio, «la sinodalidad puede entenderse como el caminar de los cristianos con Cristo y hacia el Reino, junto con toda la humanidad». Orientada a la misión, la sinodalidad implica reunirse en asamblea en los diversos niveles de la vida eclesial, la escucha recíproca, el diálogo, el discernimiento comunitario, la creación del consenso como expresión de hacer presente a Cristo vivo en el Espíritu y el asumir una corresponsabilidad diferenciada.

¿Quiénes están convocados?

– Todos los miembros que componen las comunidades.

– Coordinadores.

– Referentes.

– Animadores.

– Encargados de pastorales.

– Miembros de los grupos.

– Servidores.

– Voluntarios.

– Sacerdotes, religiosos y laicos consagrados.

– La feligresía y vecinos de la zona aledaña a las comunidades.

¿Cuál es el propósito de la Asamblea?

– Poner en práctica la Sinodalidad.

– Fomentar el encuentro fraterno.

– Afianzar nuestra espiritualidad mercedaria desde la oración comunitaria.

– Evaluar lo positivo y lo negativo.

– Discernir en comunidad los conflictos, tratando de dar pasos para que el conflicto no nos paralice y no sea infecundo, sino que sea una oportunidad para propiciar nuevos caminos de reconciliación y cambios.