Carpa Misionera con ¡Todos, todos, todos!

La familia mercedaria de Tucumán presentó una nueva edición de la emblemática propuesta en salida misionera, con la carpa instalada en el Pasaje Manuela Pedraza al 1000 de barrio El Llanto.

En este espacio y sus alrededores, los días 23, 24 y 25 de mayo se sucedieron momentos de encuentro, oración, reflexiones y talleres.  La Carpa Misionera fue el epicentro para las salidas y visitas a las familias vecinas del lugar.

Ismael Prado, del Grupo Juvenil Enganche comparte sobre la experiencia: «Una vez más tuvimos nuestra carpa a cielo abierto. Acogiendo a todos, todos, todos. Momentos de risas, juegos, reflexión y misión. Nos vamos movilizados pero volveremos a reencontrarnos. Así se vive la Merced en Tucumán».

Flor Getar, catequista en la comunidad de la Capilla Niño Jesús escribe: “La Carpa Misionera, un encuentro de amor y servicio en el corazón del barrio. Una vez más, nos reunimos para compartir la Merced y plantar semillas de esperanza en la comunidad. La Iglesia entre las casas se convirtió en un espacio de encuentro y reencuentro, donde todos somos bienvenidos. La Merced invadió los corazones de cada persona que visitamos, y nos comprometimos a seguir acompañando y sirviendo. Inspirados en la guía de Nolasco y María, esperamos con ansias la próxima carpa misionera, donde todos,todos, todos somos parte de una iglesia que ama y sirve”.

Este año la propuesta misionera incluyó oraciones, visitas en el barrio y esquinazos; conversatorios; almuerzos, meriendas y cenas  compartidas; talleres de reciclado, huerta, teatro, y folklore. También el viernes, sábado y domingo tuvo lugar el taller “Diálogo con Jesús” y la procesión de antorchas. 

Cada día se celebró la Eucaristía y el domingo hubo bautismos comunitarios. El viernes se vivió la Noche de Teatro y el sábado la Serenata a Pedro Nolasco. Como el último domingo coincidió con la fiesta nacional, se organizó la Kermés Merced Patria y Torneo de Truco. Esa tarde se sumó el bingo y chocolate del 25 de Mayo. 

Sobre el taller «Diálogo con Jesús», Marisa Nadal, de la Capilla Niño Jesús expresa que “se ha dado de manera muy profunda en esta carpa. Se reflexionó y se expresaron experiencias y conocimientos personales de vida diaria, motivados por tres temas que nos pareció importantes llevar adelante. Siempre guiados por el Espíritu Santo. El primero fue un homenaje a nuestro querido Papa Francisco, rescatando sus frases y mensajes para todos, todos, todos. Se relacionó a través de la Palabra, el primado de Pedro con el Papa en la Iglesia. Y dando continuidad a este tiempo pascual, fue «hacer enterar» a nuestras caras y a los hermanos que Cristo ha resucitado. Y como Cristo resucitó,  yo resucito, todos resucitamos. Transmitir esa alegría con textos con cantos, que Jesús está vivo, con nosotros, que está en todos, y que no abandona. Y porque Dios está vivo, yo tengo esperanza y creo en sus palabras.

En un mundo donde parece que lo único que se espera es la muerte, fuimos a conocer que todos estamos amenazados de Resurrección. Que lo que llamamos la otra vida, no es más que la continuación de ésta. El último tema del taller fue muy especial. Se llamó «Esperamos contra toda esperanza». Porque es difícil llevar esperanza contra toda posibilidad de esperanza a los hermanos de ese lugar llamado «El Llanto». Donde viven a diario las más atroces cautividades: droga, alcohol, abusos sexuales, maltratos, violencia, hambre, miseria y la más extrema pobreza; y para peor de males, enfermedades que nadie socorre por su condición socio-cultural. Porque no son escuchados. Y porque no hay nadie que haga llegar sus voces. Porque no solo los adultos mayores son el «descarte de la sociedad» también estas familias y estos niños que hoy están creciendo en medio de ésto y no debería ser así. 

Esta carpa fue muy especial para nosotros. Vimos otra realidad, otra cara de la injusticia, de la desigualdad. Vimos la cara del » OLVIDO» de los gobiernos de turno…y en parte de nosotros también”.

Un momento muy especial también es el momento del desarmado de la carpa, cargado de emoción. Muchas personas, repasando lo vivido en este tiempo fuerte de misión, colaboran en el desmonte de esa iglesia/carpa/tienda de campaña, que con las puertas abiertas invitó a vivir la experiencia de una comunidad donde cada uno es importante. Al mismo tiempo es el inicio de una nueva etapa del servicio redentor junto a ¡todos, todos, todos!