Comenzaremos con la entrega de una serie de artículos para conmemorar, en esta semana de mayo, la actuación de los mercedarios de la época.
Citaremos fragmentos de una ponencia que expusiera fray Pablo Ordoñe con motivo del Bicentenario en el año 2010, en ese entonces en carácter de Maestro General de la Orden de la Merced.
Cuando queremos adentrarnos en los acontecimientos que dieron origen a nuestra nacionalidad, vemos que fueron una seguidilla de hechos, algunos próximos, otros remotos, que determinaron la ruptura del régimen virreinal y el alumbramiento de nuestra nación. Surgió la patria que hoy nos cobija, luchando por un valor fundamental de la dignidad del hombre: la libertad.
En estos días de evocación gozosa, recordaremos especialmente la actuación de 17 frailes mercedarios que tuvieron participación documentada en la gesta de mayo, apoyando la libertad de la República. Firmando el manifiesto popular e imperativo del 25 de Mayo de 1810 que hoy se encuentra en el Museo Histórico del Cabildo de Buenos Aires, que expresa: «Buenos Aires, 25 de mayo de 1810. Accediendo a la representación de comandantes y vecindario de esta Capital prestamos nuestra suscripción».
Ya se vivían en ese entonces, y en años anteriores a 1810, en Buenos Aires, climas álgidos provocados por las noticias que llegaban de los sucesos de Europa: la Revolución Francesa, las conquistas de Napoleón, enfrentamientos de España con Francia, Inglaterra y Portugal. Toda esta política exterior, mantenía ocupada a las autoridades españolas y hacía que se postergara (lo que hubiese convenido a España) su misión en cuanto a afianzar su presencia en América y los vínculos con los virreinatos. Como hito determinante de la caída del poder de España mencionaremos que el 20 de enero de 1810, las fuerzas regulares españolas fueron derrotadas por el brigadier Nicoleus Soult, en la batalla de las Navas de Tolosa. Sucesivamente, cayeron Córdoba, Sevilla, Granada y Málaga. Sólo restaba Cádiz. Allí refugiada, la Junta, que ya había perdido el favor popular por los desaciertos en la defensa de la Nación, nombró un Consejo de Regencia (Vicente D. Sierra, o. c., pág. 504).
Por decreto del 14 de febrero de 1810, el Consejo de Regencia llamó a elección de diputados de América para tomar parte en las Cortes Generales. El decreto fue acompañado por una proclama dirigida a los españoles-americanos que, en lo esencial decía así: «Desde este momento, Españoles americano, os veis elevados a la dignidad de hombres libres, nos sois ya los mismos de antes, encorvados bajo un yugo mucho más duro mientras más distantes estabais del centro del poder: mirados con indiferencia, vejados por la codicia y destruidos por la ignorancia. Tened presente que al pronunciar o al escribir el nombre del que ha de venir a representaros en el Congreso Nacional, vuestros destinos ya no dependerán de los Ministros ni de los Virreyes ni de los Gobernadores; están en vuestras manos» (Vicente D. Sierra, o. c., pág.506).
Equipo de Comunicación
(0351) 153-054232
ecosmerced@merced.org.ar
administracion@merced.org.ar
Suscribite para recibir las últimas novedades