¿Todos los niños florecen?

En el dia de los Santos Inocentes, Hermanita Cristina de Jesús desde Tucumán nos invita a reflexionar para comprometernos con los inocentes de ayer y de hoy: 

“Todos los niños florecen de manera diferente y está bien.” Bonita frase ¿verdad? Me la enviaron esta mañana… Seguramente, en otra oportunidad, la hubiese pasado por alto. Pero hoy me dolió.

Me dolió por las familias que no tienen  trabajo, me dolió por las familias que viven de la basura y trabajan, sí, trabajan en horarios prolongados para obtener algo decente para llevar a la mesa. Me dolió.

No, no todos los niños florecen. Y eso, no está bien. Están los que no llegan a nacer por el aborto. Los que se mueren por falta de atención en el embarazo. Los que nacen en condiciones de extrema pobreza y no resisten el hambre. Los que, subalimentados, no logran atender en la escuela y son expulsados por el sistema o por el lógico cansancio que produce no aprender.

No, no todos los niños florecen en el jardín de la república (qué contradicción)… ni en el resto del país.

Y después pretendemos que den frutos… que estén de pie… que no sean “vagos”.

El Evangelio nos habla de María en la Visitación, acompañando a su prima desde el servicio. Ella sirve como madre, como nuestra madre que, cuando acaba la fiesta que le hemos hecho para homenajearla, se pone su delantal y se encarga de lavar la vajilla, poner orden y hasta hacer un paquetito con lo que quedó para que no cocinemos al día siguiente.

Qué pensará Ella de estos hijos suyos que no florecerán nunca… cómo quisiera abrazarlos a todos y para eso, ¡estamos nosotros!, los que sí logramos florecer y ya es hora que demos frutos de amor de predilección por los más pequeños de sus hijos… nuestros hermanos.

Rezar esto y ponerlo por obra puede, quizá, ser un buen modo de recordar a los Inocentes…los de ayer y los de hoy, para convertirnos en sus jardineros y ayudarlos a florecer.

Fraternalmente, Cristina de Jesús.