Todo tiene una segunda oportunidad

Cada 17 de mayo se celebra a nivel internacional el Día Mundial del Reciclaje. Con diferentes campañas y acciones se busca reforzar la conciencia ambiental, invitando a tratar los residuos como corresponde para proteger al planeta.

Reducir, reutilizar y reciclar son claves para minimizar la cantidad de desechos generados y minimizar nuestra huella de carbono.

En la parroquia San Pedro Nolasco de Tucumán, miembros de la comunidad participan activamente  en el cuidado del planeta y experimentan los beneficios personales y sociales de distintas iniciativas ambientales. Entienden que el compromiso por la “ecología integral” de la que nos habla el Papa Francisco es parte de la identidad cristiana. 

Desde esta presencia mercedaria, escribe Camila Oliva en el Día Mundial del Reciclaje.

UNA HISTORIA DE NUEVAS OPORTUNIDADES

    “Un día en el Comedor comunitario de la Parroquia San Pedro Nolasco, unos ojos se percataron de la enorme cantidad de desechos que quedaban diariamente, entre ellos había restos de frutas y verduras. Esto era embolsado y descartado.
    Entonces fué así, como mezclando los residuos orgánicos con hojas secas y tierra se empezó a compostar para ayudar con la problemática de la basura.

   Ese par de ojos acompañados de manos fuertes, se fueron multiplicando e inició la Huerta en “el tanque de Barrio Diza” un lugarcito que estaba disponible cerca de la Capilla del Niño Jesús.

Compartiendo muchas mañanas entre murales y plantas fueron restaurando con amor el espacio común. Aprendieron a sembrar distintos vegetales y verduras pero también siembran conciencia por la tierra en la que todos moramos.

Buscando la autosustentabilidad, comparten en la mesa las cosechas de sus cultivos y así con mates de por medio agradecen  cada alimento que la naturaleza les brinda.

La oración es la base de su servicio, «Alabado seas» porque en cada creación está tu presencia y ternura.  Porque te hiciste parte de esta tierra y nos miras con ojos de amor. Porque vives en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Enséñanos a contemplarte en la belleza del mundo, donde todo nos habla de ti. «Alabado seas» y danos tu luz para proteger toda vida y preparar un futuro mejor, un futuro donde reine la paz y el amor.

Reciclando se evita que productos y materiales se conviertan en residuos. Transformándolos y dándoles otra oportunidad, para ayudar a la preservación de los recursos que nos brinda nuestra tierra.  Desde el día a día, con pequeñas modificaciones en nuestros hábitos podemos generar un significativo cambio en la Casa Común.

Sembremos esperanza para cosechar libertad”


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