Convento Grande de San Ramón Nonato

Un 31 de agosto, en el día de San Ramón Nonato de 1963, el emblemático edificio colonial del Convento Grande de San Ramón Nonato fue restituido a la Orden de la Merced. Hoy es la sede de la Provincia Mercedaria Argentina y reviste gran significatividad por su arquitectura, historia y porque representa parte de la identidad de esta familia religiosa.

Es el edificio de la Curia Provincial. Fue declarado monumento histórico nacional en 1957 y actualmente ya no reside una comunidad de frailes, sino que se desarrollan actividades administrativas, culturales y pastorales. 

El claustro principal, que da al Norte, está ocupado por las oficinas de la Curia Provincial Mercedaria y las salas del Oeste, están destinadas a la realización de distintos eventos, como talleres, el Teatro del Convento, ciclos de conferencias, presentaciones de libros, conciertos, charlas, actividades culturales y visitas guiadas.

En el patio interno del convento se encuentra la Capilla, allí se llevan a cabo las celebraciones a San Ramón Nonato, con la tradicional bendición de las embarazadas y el rezo del rosario.

El convento también es desde 1965 sede de la Biblioteca Central Mercedaria y de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina, entidad que agrupa a investigadores de la materia de todo el país. 

Para hacer frente a los gastos de sostenimiento de las obras pastorales en la Provincia Mercedaria, funcionamiento y conservación del edificio se alquilan varios espacios de la planta baja. Funcionan allí locales gastronómicos, librerías, anticuarios y artesanos. 

Fray Carlos Gómez nos explica que “al ser la sede de la Curia Provincial, es como la “cabeza” de la Provincia Mercedaria Argentina, en los aspectos históricos, era el lugar desde donde salían las misiones mercedarias para otros lugares. También hoy es un centro de vivencia y descanso espiritual para las personas, hay encuentros de religiosos o hermanos que llegan desde distintos lugares. El aspecto pastoral nunca se descuida en este espacio, y por ejemplo  los últimos miércoles de cada mes tenemos la bendición de San Ramón para todas las embarazadas y las mujeres que desean tener un hijo”.

Historia

El convento Grande San Ramón Nonato fue fundado en el año 1603 en la ciudad de Buenos Aires por el padre fray Pedro López Valero. 

La presencia mercedaria en la ciudad  se remonta al año 1580 en que fue fundada por Juan de Garay. 

Este convento fue llamado el Grande al igual que los de Córdoba, Paraguay y Mendoza, no tanto por su fachada externa, sino por ser casas destinadas a la formación vocacional, siendo además los dos primeros residencia del Superior Provincial. 

Las primitivas edificaciones fueron seguramente de adobe, pero de acuerdo a las crónicas de la época, en  1783 ya se trabajaba en las celdas de bóveda y en 1793 se aumentan las destinadas al noviciado a veinte, con su capilla interna, sala de clases, corralón y patio enladrillado, en cuyo centro se hallaba el pozo con brocal y jagüel, todo de cal y ladrillo. 

Para la enseñanza de la gramática, filosofía y teología se habían construido tres aulas públicas, a las que asistían los estudiantes seglares. En 1798 se había concluido la biblioteca, toda de bóveda. 

Durante las invasiones inglesas, si bien las obras del convento no estaban concluidas sirvió de cuartel de los defensores de la Ciudad. En esas circunstancias el claustro sufrió graves deterioros a causa de la explosión de barriles de pólvora allí almacenados. 

Los conventuales de San Ramón tuvieron luego una destacada participación en los acontecimientos que derivaron en la formación del Primer Gobierno Patrio en 1810. Apoyaron decididamente la posición de los criollos para lograr la destitución del Virrey. Más tarde integraron como capellanes las expediciones militares que la Primera Junta envío al interior del territorio. Fueron luego conocidos en la historia como “Los 17 mercedarios de Mayo”.

El convento fue siempre un foco de difusión de cultura: aún a los mismos criados, guaraníes, mulatos y negros se les enseñaban las artes de la música, la composición , y las artes plásticas, para el servicio de la comunidad religiosa y solemnidad del culto. Además se representaban obras de teatro y se realizaban fiestas literarias, con la participación del vecindario.

En el año 1721, sobre aquel terreno (ubicado en la actual calle Reconquista entre Libertad y Perón) a la par del convento, se colocó la piedra fundamental de la que sería la Basílica Nuestra Señora de la Merced. 

El 21 de diciembre de 1822, el gobierno del General don Martín Rodríguez sanciona la ley de reforma del clero. Esta, sumada a una serie de decretos previos, emitidos por el entonces ministro de gobierno don Bernardino Rivadavia, produjeron el abandono obligado del convento Grande San Ramón Nonato y la Iglesia por parte de los mercedarios.

El convento pasó a manos del Estado, cumpliendo diversas funciones a lo largo de un tiempo y la iglesia, a manos de la diócesis, fue nombrada vice-parroquia poco tiempo después.

Con numerosas gestiones iniciadas en 1874, la Orden de la Merced intenta obtener la devolución del convento. La propiedad original había sido afectada sensiblemente por la donación o enajenación de su superficie.

En 1891 el padre José León Torres reanudó las tratativas, pero solo logró que una de las damas de la Sociedad de Beneficencia donara un cuarto de manzana en el barrio de Caballito. En el lugar hoy se encuentra emplazado el Convento San Pedro Nolasco, la escuela del mismo nombre y la basílica Nuestra  Señora de Buenos Aires.

En diversas oportunidades se insistió sobre el tema hasta que en 1965, durante el período constitucional del Dr. Illia, más precisamente en la fiesta del San Ramón, 31 de agosto, el convento fue devuelto a la Orden de la Merced. 

En ese momento, la Orden lo arrendó a la Universidad Católica Argentina la que durante 30 años hizo funcionar en el lugar la Facultad de Ciencias Económicas. En 1995 la facultad dejó el predio para trasladarse a la sede universitaria de Puerto Madero. 

En la actualidad la Orden de la Merced goza de la tenencia del convento, otorgada por el Gobierno Nacional a través de dos decretos en 1963 después de 140 años exactamente. La Iglesia, en tanto, sigue perteneciendo a la diócesis y es monumento histórico nacional desde 1942.