Encuentro faterno en Estancia Yucat

Cada año, todos los frailes de la Orden de la Merced en Argentina, comparten durante unos días de verano, la oportunidad del descanso comunitario y encuentro entre hermanos.

El Encuentro anual fraterno de los Frailes 2025 se desarrolló entre el 17 y el 21 de febrero en la Estancia Yucat.

Desde la organización de la estancia, nos coparten que se planificaron esos días a partir de la la cita bíblica  “Vengan ustedes solos conmigo a un lugar tranquilo y descansen un poco» (Mc 6, 31). Toda la comunidad se preparó para la acogida con alegría.

«Las actividades comenzaron con un almuerzo de recibimiento el día lunes, y durante la mañana aprovecharon para acomodarse, ya que todos llegaban desde los diversos destinos en Argentina. Por la tarde se dedicaron a compartir a través de actividades lúdicas de recreación como el sapo, cornhole, vóley, spikeball y las cartas. Hubo juegos para todos los gustos por si alguno quería tener mayor destreza y para los que prefirieron el ingenio, las cartas acompañaron el momento. Al caer la tarde la celebración dela misa fue al aire libre, aprovechando la belleza del paisaje a los pies de la histórica capilla de Yucat.  Siguiendo el hilo conductor del día, el grupo se trasladó hasta las márgenes del río Ctalamochita para cenar. Grande fue la sorpresa al encontrarse con un tipo carribar donde cada uno pudo pedir su sándwich de milanesa a gusto. Aquella noche el tiempo y la luna acompañaron la velada.

La jornada del martes 18 de febrero trascurrió en movimiento. A las 10 am partimos con destino al Camino de la Costa (como se conoce en la zona) visitando las capillas de San Antonio de Yucat y la capilla de Las Mercedes lugares donde nos recibieron con mucha calidez, donde el Padre Gustavo Gatto junto a parte de la comunidad nos compartieron la historia del lugar y el  vínculo con la Orden de la Merced a través del tiempo,  puesto que en la zona los frailes Mercedarios dejaron un legado importante como  escuelas, capillas y anécdotas de evangelización. Lo mas hermoso fue encontrarnos con una profunda devoción a María de la Merced en la zona.

Siguiendo el camino llegamos hasta Villa Fiusa donde los frailes fueron recibidos con un almuerzo luego del cual se trasladaron hasta la Laguna del Mangrullo en la localidad de Arroyo Cabral que es un espacio natural que la Orden de la Merced preserva para la biodiversidad de la zona. También disfrutaron de la pileta para mitigar el calor y compartir una merienda refrescante.  

El miércoles la oración fue quien iluminó la mañana bajo la sombra del ombú centenario y fue un momento de encuentro profundo y fraterno eso permitió tomar fuerzas para moverse de nuevo. En esta oportunidad los pasos los guiaron hasta la localidad de Embalse donde realizaron una excursión en catamarán en el dique.  El clima acompañó para una tarde distendida, llena de risa, anécdotas.  Al atardecer los frailes visitaron la Ermita  San Martin de Porres,  que fue la primer construcción en el complejo hotelero de Embalse, para terminar la noche compartiendo una cena en el centro de la ciudad .

La mañana del jueves estuvo dedicada a la oración y al diálogo, en donde se pudieron reencontrar desde lo más íntimo y donde cada uno tuvo su momento de participación. En la tarde compartieron juego de mesa con premios, una merienda con frutas, riquísimas tartas y tortas fritas preparadas en estancia.  Al caer la noche, el cielo invitaba a quedarse bajo sus estrellas y fue el momento de una cenar al aire libre, cine a cielo abierto para finalizar la jornada cantando en el karaoke.

El viernes por la mañana se realizó la misa de cierre con el compromiso del encuentro, el diálogo y el servicio. Al medio día, luego del almuerzo, cada fraile inicio el retorno a su comunidad. Con la esperanza de que este tiempo compartido en fraternidad fortalezca los vínculos y renueve las energías para encarar este nuevo año en cada comunidad».