María en la Expectación del Parto

18 de diciembre, María en la Expectación del Parto, titular de la Provincia Mercedaria Argentina

Mensaje de fray Ricardo Guzzo, Superior Provincial

A todos los hermanos y hermanas  de la Merced

Con profunda alegría celebramos en nuestra Provincia Mercedaria Argentina, a María en la Expectación del parto.

Esta celebración mariana nos invita a todos los hijos de María de la Merced a detenernos un instante y hacer consciente, una vez más, no solo nuestra misión sino nuestra manera de ser y estar en el mundo. 

Hemos sido llamados para ir al encuentro de hermanos heridos por las mezquindades de otros hermanos, también heridos de gravedad; envueltos todos en un sistema perverso, opuesto al evangelio, que coloca la economía en el centro de la existencia humana, desplazando al hombre a un segundo plano, o descartándolo de la misma humanidad. Construimos así un mundo deshumano, plagado de injusticias y desigualdades, de ignorancia e ideologías, de hambre y violencias de todo tipo. Aunque hoy despunta una nueva esperanza en Argentina, nuestra tarea será volver a colocar siempre, en el centro de la vida, al hombre y entre ellos, especialmente, a los descartados del sistema.

Sin embargo no podremos cumplir nuestra misión, sin antes haber creído y experimentado, casi diría en el propio cuerpo, que el proyecto de Dios, su reino, se está gestando entre nosotros, donde “… el Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazaran… el mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos…” (Sal 85)  Solo exultantes de alegría y expectantes por la venida de este reino, del cielo nuevo y tierra nueva que anhelamos ardientemente, nos deja en condiciones de ir al encuentro del hermano cautivo, para encender la llama de su esperanza… solo así podremos enfrentar la crudeza del opresor y proponer otros caminos de libertad.

Celebrar la Expectación del parto de María, no es una mera contemplación romántica o superficial de un instante de la vida de María. Sino una manera de estar en el mundo y especialmente en el mundo de la cautividad. 

La expectación del parto es una experiencia que no acaba con el nacimiento, esta quedará guardada para siempre en el corazón y en los ojos que contemplaron la llegada de esa vida nueva y volverá a resurgir en cada acontecimiento de gozo, para celebrar su venida al mundo, o de dolor para jugarse la propia vida, por aquel que esperamos un día que llegará a nosotros con tantas ansias y tanta ilusión.

Sea donde sea que vivan su servicio, en el campo o en la ciudad, en iglesias, parroquias o colegios, en proyectos sociales o en el proyecto propio de sus vidas, aprovecho para agradecer a cada consagrado/a, a cada laico/a que lleva en su corazón los cautivos de nuestro tiempo con rostros concretos, por ponerlos en el centro de la vida y vivir en clave de “Expectación” las duras realidades que asumen todos los días   

Que María nos lleve con alegría hacia el final del parto y el comienzo de una nueva etapa… allí el Señor nos iluminará y nos indicara el camino… para ser con Nolasco… Hermanos, Peregrinos Testigos del Redentor.